Nota: Este post es parte de una serie que explora las diez razones principales por las que los clientes confían sus datos corporativos a Google. La lista completa puede encontrarse aquí.

Tanto las fallas en los sistemas tecnológicos como los desastres naturales pueden impactar de manera significativa en el funcionamiento de los negocios. Una planificación adecuada para enfrentar una emergencia puede ser costosa y complicada. En un típico ambiente de IT on-premise (con los sistemas implementados en las instalaciones de la empresa), la recuperación tras un desastre, a menudo significa infraestructura redundante, copias de seguridad o redes de áreas de almacenaje, y mucha complejidad tecnológica. Algunas compañías incluso desarrollan y administran centros de datos duplicados, específicamente para gestionar la recuperación tras un desastre, y esos centros de datos permanecen inactivos la mayor parte del tiempo.

La efectividad de un plan de recuperación tras un desastre se mide por lo general de dos maneras: Recovery Time Objective (RTO) y Recovery Point Objective (RPO). RTO mide el tiempo que transcurre desde la caída del sistema hasta que los usuarios recuperan el acceso. RPO mide le brecha de tiempo existente hasta cuando se restauran los datos. Las compañías que han invertido mucho dinero y tiempo en prepararse para la recuperación tras un desastre pueden, por lo general, configurar los objetivos de RTO y RPO en pocas horas o menos para sistemas críticos, con costos que aumentan en proporción a cómo disminuyen esos marcos de tiempo. Para otras empresas que no han invertido a ese nivel, RTO y RPO pueden llegar a tomar horas o días. Y en casos extremos, si ocurre un desastre, algunas compañías simplemente deben comenzar todo de nuevo.

Google Apps ofrece una mejor manera, con robustas capacidades ya incorporadas de recuperación tras un desastre. El diseño de nuestro RPO tiene como objetivo que la pérdida de datos sume cero, mientras que el diseño de RTO apunta a una recuperación instantánea del sistema. Esto significa que, si ocurriera un desastre o una interrupción que afectase alguno de nuestros datacenters, podemos cambiar a los usuarios de un centro de datos a otro alternativo, para que continúen trabajando sin interrupciones. Y si bien ninguna solución de recuperación tras un desastre es perfecta, la que ofrece Google aporta muchos beneficios a los clientes.

Según comentaron Mark Switalski, Juez Jefe de la Corte del Macomb County Circuit, y Carmella Sabaugh, secretaria del juzgado en Macomb County:

“Sabemos que, si ocurre un desastre, nuestro sistema no se caerá. Y como nuestros datos están alojados en la nube, están protegidos y se puede acceder a ellos desde cualquier lugar. Despúes de que el año pasado sufrimos un tornado que nos dejó brevemente sin electricidad y sin algunos servicios de red, el servicio de Google permaneció accesible a través del teléfono celular y de otras redes”.

La planificación para casos de desastre puede significar un desafío, pero con Google Apps, los usuarios tienen menos cosas por las que preocuparse. El correo electrónico y los documentos seguirán estando accesibles, de modo que la empresa puede seguir operando a pesar del desastre. Es uno de los principales motivos por los que las compañías confían sus datos corporativos a Google Apps.


Por John Collins, Senior Global Trust PM, Google Apps